A pesar de que una y otra vez se ha probado errónea, la teoría del derrame sigue resurgiendo, resucitada por los gobiernos que buscan justificar los recortes fiscales a los ricos con falsas promesas de prosperidad para todos.
Notas publicadas en Economía
Entre los años 50 y 70, keynesianos de izquierdas como Joan Robinson, que apoyaban firmemente el sindicalismo, lo consideraban una causa de la inflación, mientras que los monetaristas no.
Desde el Brexit hasta Donald Trump y las políticas antiChina de Joe Biden, las élites están ofreciendo sus propios desafíos al consenso del libre comercio, al igual que hicieron durante la resistencia de principios del siglo XX contra el «globalismo».
El análisis del capitalismo que Karl Marx presentó en los tres volúmenes de El capital sigue siendo vital para comprender nuestro mundo. Un reputado economista marxista habló con Jacobin para desglosar los puntos clave de la teoría económica de Marx.
Al espectacular colapso del Silicon Valley Bank le siguió un rescate que recuerda a los rescates masivos de 2008. ¿Hasta dónde llegará, en esta ocasión, la crisis bancaria?
Las reformas para revertir el estancamiento económico se posponen por temor a socavar los logros sociales de la Revolución. Pero una combinación de mercado y protagonismo estatal es insoslayable para recuperar el crecimiento.
La explotación de la clase trabajadora es fundamental para el funcionamiento del capitalismo. El argumento socialista es sencillo: podemos vivir en un mundo sin opresión.
Para reforzar el euro y el dólar, los bancos centrales han subido el tipo de interés oficial. Para los países endeudados del Sur Global, esto significa costes desorbitados, austeridad y un empeoramiento de la desigualdad.
Se suele definir a las élites comerciantes estadounidenses de fines del siglo XIX como elementos progresistas en una época de rápidas transformaciones económicas y sociales. Pero si consideramos el rol que cumplió el Ku Klux Klan, habría que definirlas como terroristas.
Que el trabajo disminuya para todos a medida que aumenta la productividad o que aumente para algunos mientras otros se quedan sin trabajo es una cuestión de economía, no de tecnología. La «digitalización» en sí misma no hace nada: la cuestión es para qué se usa.