El mes pasado los medios mostraron imágenes de trabajadores chinos que saltaban las vallas de la gigante electrónica Foxconn y volvían a sus hogares. A pesar de la falta de sindicatos independientes, tomaron medidas de acción colectiva y se negaron a trabajar.
Notas publicadas en Desigualdad
Los ultrarricos solo tienen una preocupación: escapar al desastre ambiental y social que su propia sed de riquezas generó. Su visión del futuro de la tecnología está puesta en función casi exclusiva de ese objetivo.
Las investigaciones muestran repetidamente que la expansión de la desigualdad está íntimamente ligada a la destrucción del planeta. No podemos salvar el mundo sin enfrentarnos a los ricos.
Hay que tener una visión increíblemente sombría de la agencia y la naturaleza humanas para creer que en el futuro seguiremos viviendo como lo hacemos hoy.
Las dinámicas de distribución del ingreso y de la desigualdad están cambiando para peor. El economista Branko Milanovíc conversó con Jacobin sobre nuestro malestar y sobre por qué volver a la «época dorada» del capitalismo no es una opción.
La derecha defiende el capitalismo como un sistema requerido por la naturaleza humana. Pero el mercado surgió de unas condiciones históricas específicas, no es algo intrínseco a nuestra especie.
Sin una profunda y explícita articulación con la clase, las agendas identitarias o antirracistas terminan transformando un problema social en una etiqueta más de consumo.
Si la idea republicana de libertad reclama como condición la autonomía y por lo tanto la igualdad, entonces la pregunta por la república solo puede completarse con una pregunta por las condiciones materiales que hacen posible la libertad.
El gobierno británico ha intensificado las políticas discriminatorias que condujeron al escándalo Windrush de deportaciones ilegales. Su último plan de traslado forzoso de refugiados a Ruanda puede resultar inviable, pero esa crueldad teatral es un fin en sí mismo.