Severance, un thriller distópico sobre los lugares de trabajo, entró en su segunda temporada convirtiéndose en un auténtico fenómeno cultural. La brutal sátira de la estructura corporativa estadounidense deja en claro los motivos de su impacto.
Notas publicadas en Cine y TV
Johan Grimonprez habla sobre su innovador documental, nominado a los Óscar, que revela verdades inquietantes acerca de las intrigas políticas detrás del asesinato del líder congoleño Patrice Lumumba en 1961.
Aún estoy aquí cuenta la historia real de una familia de izquierda durante los años oscuros de la dictadura militar en Brasil. Es un relato fascinante, con personajes y detalles de época muy logrados, que bien merecido tiene el Oscar a mejor película extranjera.
El mítico actor Gene Hackman, que fue encontrado muerto esta semana a los 95 años, aportó una actitud tenaz y humilde a sus apasionantes interpretaciones.
La separación de niños de sus familias en la frontera por parte de Donald Trump fue una pieza central de su política migratoria. El nuevo documental de Errol Morris, muestra la aplicación de esa cruel política durante el primer mandato de Trump, que probablemente se repetirá en el segundo.
En la década de 1960, los cineastas de izquierda, desde Francia hasta Japón, revolucionaron el documental. El antifascismo no era solo la herencia de generaciones pasadas sino un mensaje transmitido por la vanguardia en la pantalla.
David Lynch exploró las contradicciones de la vida moderna, desde la alienación cotidiana hasta el terror de la era nuclear. Sus películas pusieron de cabeza al sueño americano, revelando la belleza surrealista y los horrores ocultos bajo la superficie.
Los cortometrajes del premiado cineasta Francisco Lezama captan cómo la inflación y la especulación financiera han deformado la sociedad argentina, creando una división distópica entre quienes pueden y quienes no pueden escapar de la pobreza utilizando dólares estadounidenses.
De Donald Trump a Javier Milei, los principales referentes de la extrema derecha contemporánea son asociados de manera deliberada a los villanos más disfuncionales del cine. Si fuera ficción, quizás sería divertido. Pero no lo es.
El director David Lynch, fallecido esta semana a los 78 años, introdujo una particular sensibilidad vanguardista cuando más se la necesitaba. Nunca habrá otro como él.