Las elecciones de 2020, que dieron como gran ganador al MAS, no fueron suficientes para recomponer todo lo que el golpe de 2019 había agrietado. El resquebrajamiento es tan profundo que ha llegado incluso a lo único que le faltaba dividir: el propio MAS.
Artículos publicados por: Vladimir Mendoza Manjón
La crisis política en Bolivia abierta con el golpe de 2019 no ha terminado. Con el MAS al borde de la ruptura entre una fracción «radical» y otra «renovadora», la políticas audaces brillan por su ausencia.