El PT enfrenta un dilema estratégico: se conforma con no tener por delante más que un gran pasado, o redobla la apuesta radicalmente antisistémica a favor de la clase trabajadora que le dio origen.
El PT enfrenta un dilema estratégico: se conforma con no tener por delante más que un gran pasado, o redobla la apuesta radicalmente antisistémica a favor de la clase trabajadora que le dio origen.