En agosto de 1944 los prisioneros de Auschwitz introdujeron a escondidas una cámara de fotos y tomaron cuatro fotografías temblorosas de los horrores que allí ocurrían. Su desafiante acto moldeó nuestra comprensión de la historia para siempre.
En agosto de 1944 los prisioneros de Auschwitz introdujeron a escondidas una cámara de fotos y tomaron cuatro fotografías temblorosas de los horrores que allí ocurrían. Su desafiante acto moldeó nuestra comprensión de la historia para siempre.