El mundo reconoce por fin los perjuicios de la evasión fiscal de las empresas. Pero la respuesta de la OCDE al problema es una solución diseñada por los países ricos para provecho de los países ricos. Necesitamos una alternativa.
El mundo reconoce por fin los perjuicios de la evasión fiscal de las empresas. Pero la respuesta de la OCDE al problema es una solución diseñada por los países ricos para provecho de los países ricos. Necesitamos una alternativa.