En la década de 1960, los cineastas de izquierda, desde Francia hasta Japón, revolucionaron el documental. El antifascismo no era solo la herencia de generaciones pasadas sino un mensaje transmitido por la vanguardia en la pantalla.
En la década de 1960, los cineastas de izquierda, desde Francia hasta Japón, revolucionaron el documental. El antifascismo no era solo la herencia de generaciones pasadas sino un mensaje transmitido por la vanguardia en la pantalla.