El uribismo deambula en un pantano de sangre y de lodo. La crisis neoliberal le ha impedido pararse firme ya pasados dos años del gobierno de Iván Duque, y su voraz deseo de guerra se promociona con la muerte de sus opositores.
El uribismo deambula en un pantano de sangre y de lodo. La crisis neoliberal le ha impedido pararse firme ya pasados dos años del gobierno de Iván Duque, y su voraz deseo de guerra se promociona con la muerte de sus opositores.