El pasado 3 de noviembre hubo elecciones en Puerto Rico. Junto al debilitamiento de la partidocracia neoliberal, la gran novedad fue la consolidación de una nueva fuerza progresista en ascenso, dispuesta a disputar el control del Estado.
El pasado 3 de noviembre hubo elecciones en Puerto Rico. Junto al debilitamiento de la partidocracia neoliberal, la gran novedad fue la consolidación de una nueva fuerza progresista en ascenso, dispuesta a disputar el control del Estado.