A medida que se agrava la crisis climática, los argumentos a favor de las soluciones de mercado no dejan de multiplicarse. Pero la verdad es que el capitalismo es incapaz de gestionar el cambio radical que necesitamos.
A medida que se agrava la crisis climática, los argumentos a favor de las soluciones de mercado no dejan de multiplicarse. Pero la verdad es que el capitalismo es incapaz de gestionar el cambio radical que necesitamos.