Se cumple un año del gobierno de Javier Milei. Su llegada al poder fue el resultado de una crisis social profunda y, a la vez, de su capacidad para canalizar demandas de orden provenientes de los sectores populares.
Artículos publicados por: Adrián Piva
Sociólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires y autor de Economía y política en la Argentina kirchnerista (Batalla de Ideas, 2015).Del análisis del voto de Milei emergen dos determinantes, uno es la asociación de su voto con la informalidad laboral, el otro la crisis del voto peronista.
Este domingo el resultado del ballotage resolverá un aspecto de la situación política, sin duda muy importante, pero más allá del 19, aunque Milei saliera derrotado, persistirán las consecuencias de la crisis del peronismo.
En Argentina, el voto a Milei da cuenta de la crisis de un sistema político articulado alrededor de la identidad peronista. Del alcance de ese fenómeno depende la capacidad de Milei para crecer electoralmente en las elecciones generales del próximo domingo.
La teoría económica ha tendido a separar la política de la economía. Esto condujo a que ciertos sectores de la izquierda consideren al Estado capitalista como un ente «exterior», capaz de regular a su antojo al capital.
La teoría económica, incluso el marxismo, ha tendido a separar la política de la economía como si fueran fenómenos independientes uno del otro. Esto condujo a que ciertos sectores de la izquierda consideren al Estado capitalista como un ente «exterior», capaz de impedir que los efectos de las crisis se descarguen sobre la clase trabajadora. Pero cuando la sociedad capitalista entra en crisis, entra en crisis el conjunto de las relaciones sociales, incluyendo el Estado. No se trata de determinismo económico sino de relaciones de fuerza entre clases.
La crisis del neoliberalismo generó una crisis de la dominación imperial. En ese marco se desarrolla la invasión rusa a Ucrania.
La crisis del neoliberalismo generó una crisis de la dominación imperial. En ese marco, la invasión rusa a Ucrania es un eslabón en una cadena de acontecimientos históricos que, por primera vez en décadas, torna realista un escenario de nueva guerra mundial.


La rebelión del 19 y 20 de diciembre de 2001 marcó la vida de todos y desde entonces, cada diciembre, un fantasma recorre Argentina. ¿Qué queda de 2001?
La existencia de la clase obrera no es solo un debate académico: es un problema estratégico en el que se juega el futuro de las luchas sociales.