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Dino Azulado emite su voto. (Foto: Dino Azulado / Facebook)

Un Tiranosaurio Rex escribiendo la Constitución

UNA ENTREVISTA CON

Cristóbal Andrade es un mecánico automotriz y socialista elegido para la Convención Constituyente de Chile. Desde Jacobin le preguntamos por qué llega a las sesiones disfrazado de dinosaurio.

Por Octavio
García Soto

Cristóbal Andrade, también conocido como Dino, es uno de los 155 miembros elegidos por votación popular que conforman la Convención Constitucional de Chile. Creada en respuesta a las masivas protestas que sacudieron al país en octubre de 2019 gatilladas por el alto costo de la vida, la asamblea elegida en mayo de 2021 está redactando una nueva constitución para reemplazar la carta impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet hace más de cuatro décadas.

Andrade fue elegido para la Convención como parte de la Lista del Pueblo, una agrupación informal  formada por figuras de los movimientos sociales, por lo general desconfiados de los partidos tradicionales. Pero es más conocido por su característico traje de dinosaurio azul. Al igual que su compañera y también convencional, la Tía Pikachu —una conductora de autobús escolar vestida como el personaje de Pokémon—, Dino adoptó por primera vez su disfraz cuando salió a la calle durante las manifestaciones de octubre de 2019. Pero tampoco es que el ambiente de las protestas fuese solamente celebratorio: la violenta represión policial dejó a 36 muertos y 460 con traumatismos oculares causados por balas de goma. Pese a esto, la fuerza de la revuelta consiguió finalmente doblar la mano a los políticos tradicionales y poner en marcha el actual proceso constitucional.

Hoy, Dino es uno de los convencionales que representa a la Región de Valparaíso. Aparte del humor de su traje, su elección fue motivada por su voluntad de defender las verdaderas reivindicaciones populares. En particular, su zona ha sido fuertemente golpeada por la deforestación y los efectos destructivos de los monopolios inmobiliarios. Dos comunas, Quintero y Puchuncaví, han sufrido de tanta contaminación del aire y del agua que se les ha llamado el «Chernóbil chileno». Uno de los lemas de Dino —que a veces aparece en la camiseta del T-Rex— es «Liberen las aguas», una demanda popular entre muchos de sus electores. El suministro de agua en Chile, un país asolado por sequías, está completamente privatizado.

Este es el tipo de problemas sociales que Dino quiere que aborde la nueva Constitución. Pero en la redacción del documento no faltan los fraccionamientos. En teoría, la izquierda y los independientes son mayoría en la convención, pero están profundamente divididos, a la vez que el progreso también se ha visto obstaculizado por boicots y peticiones por un umbral mínimo de dos tercios para aprobar cambios controvertidos.

Octavio García Soto, de Jacobin, conversó con Dino sobre las demandas sociales que está promoviendo en la asamblea y los desafíos de la fragmentada situación política de Chile. Y también sobre por qué se viste de dinosaurio.

 

OGS

¿Por qué eres un dinosaurio?

 

CA

El dinosaurio sale del estallido social en 2019. Yo soy de Quilpué, donde había una de las comisarías donde más se violaban los derechos humanos y había más represión en las calles. Muchas veces nos reprimían hasta con balazos. Me puse a pensar en cómo reencantar a la gente, porque estábamos bajando en la asistencia a manifestaciones.

Había un dinosaurio en Viña del Mar y lo empecé a invitar a Quilpué a eventos. Vino y me dijo «Cristobal, ¿por qué no te compras un dinosaurio? Que nosotros estamos acá para traer paz. Mira, en Santiago está la Tía Pikachu hay varios más». Le dije: «ya, po». De ahí empezamos a ver qué colores, porque hay dinosaurios de varios colores… hay café, blanco, morado, verde, amarillo y elegí el azul, por el himno nacional, por «Puro Chile es tu cielo azulado».

 

OGS

Hacia el inicio de la convención tú y la Giovanna Grandon llegaron en sus disfraces durante la hora de almuerzo y recibieron bastantes críticas, porque estaban «mancillando la solemnidad» de esta ocasión…

 

CA

Con la Tía Pikachu habíamos quedado el día anterior con colocarnos nuestros disfraces y sacarnos una foto para distraernos un poco, porque estábamos muy estresados con los temas de las comisiones. Nos pusimos los disfraces y estábamos en el patio, bien tranquilos cuando bromeé sobre entrar al hemiciclo en disfraz. «Qué tanto atado se hacen», me dijo, «vamos nomás» y me agarró de la mano y p’adentro, po. Entramos al hemiciclo y todo alegría, aplausos, empezaron a sacar fotos. Pero vi a varios sectores de la derecha que empezaron a sacar fotos también.

Ellos se reían, igual estaban disfrutando el momento, no había enojo, pero ahí me dije: «aquí vamos a tener problemas». Ya después salimos y volvimos a nuestras comisiones sin disfraz, obviamente, por temas de respeto porque estábamos trabajando. Después empezaron a decir que esto era un circo para nosotros, y empezaron el hashtag «Circo Constituyente». El mensaje que quisimos dar nosotros es que el estallido social del 18 de octubre estaba adentro, que el pueblo también estaba adentro. No solamente estaban estos poderosos que son propietarios del agua, que son propietarios de empresas grandes.

 

OGS

Tú eres mecánico automotriz.

 

CA

Sí.

 

OGS

Claramente no es el tipo de trasfondo que uno tradicionalmente espera dentro de la convención que va a escribir la nueva constitución del país. Tú y mucha gente de las clases trabajadoras, que antes no lograba participar en estos procesos, ahora está frente a miembros de la clase política. ¿Cómo ha sido este choque cultural?

 

CA

Al principio fue difícil, sentíamos discriminación por parte de ellos. Pero ya pasados los días empezaron a vernos con otros ojos, porque empezamos incluso a trabajar más que ellos y creo que les llamó la atención lo workaholic que éramos.

Generalmente uno va a la convención de lunes a viernes. Pero algunos convencionales de mi bloque a veces nos juntamos después y terminamos a las 12 de la noche. A veces, el fin de semana, uno tiene que hacer trabajo en terreno, porque se realizan cabildos y lo importante es que nosotros vayamos a escuchar a la gente y llevar sus opiniones a la convención. Cuando tenemos tiempo libre tenemos que leer, porque nos regalan unos libros así de gruesos. Es super agotador lo que estamos haciendo, a veces se te nota en la cara.

Pero los políticos ya no nos miran como los poco educados, sino que nos miran a la par. Yo creo que les falta conocer del mundo que está abajo y creo que ahora en la convención se están dando cuenta que la gente que está abajo también puede hacer grandes cosas y grandes cambios en este país.

Ahí estamos, como se dice en buen chileno, «dando la cara». Yo creo que si uno está acá tiene que ser una persona valiente, que sabe a lo que va y resistir los golpes que se vengan. Como convencional, yo quiero una democracia participativa. Se necesitan plebiscitos donde la gente pueda hacer transformaciones en este país, donde la gente también pueda participar cuando haya reformas constitucionales, plebiscitos barriales, plebiscitos comunales también…

 

OGS

Durante tu campaña mencionaste muchas veces que eres evangélico. Pero hoy en día uno relaciona a los evangélicos más con el partido de ultraderecha, Partido Republicano. ¿Por qué optaste por hablar abiertamente de tu fe?

 

CA

La gente que me conoce sabe que yo nunca escondo nada. Hace poco hubo un reclamo de la iglesia cristiana porque no habían colocado la bandera cristiana en la entrada del ex Congreso, donde se realizan las sesiones de la convención, y se formó un alboroto. Hace unos días llegó gente al ex Congreso con la bandera cristiana y me reconocieron. Una de ellas era del Partido Republicano, super violenta, nunca había visto a evangélicos tan violentos. Me dijo cosas como «tú no nos representas» y que «ese ojo de la lista del pueblo es diabólico» (El logo de la Lista del Pueblo es un ojo) y empezó a insultarme porque yo estaba a favor del aborto y apoyaba a los homosexuales. Después supe que la señora es candidata a diputada por el Partido Republicano. Hicieron hasta un video conmigo que salió en Youtube. Yo soy otra especie de evangélico. Sé que estamos en otros tiempos. Tengo una experiencia cercana de un familiar que murió por un aborto clandestino y no quiero que suceda nuevamente.

 

OGS

¿Recibes muchos ataques?

 

CA

Últimamente sí, sobre todo de evangélicos, incluso de gente que era amiga mía. Pero son muy pocos. De 100 evangélicos que conozco, son 5 los que me atacan.

 

OGS

¿Y no te produce ansiedad eso?

 

CA

Al principio sí; ansiedad por responder… «pucha, ¿por qué piensan en estas cosas?». Ahora ya no, tienes que dejarlo pasar, es cosa del momento. Yo ahora estoy haciendo un trabajo, tengo que darle bienestar al país. Unos pocos comentarios no me van a hacer pensar diferente.

 

OGS

¿Cuáles son los problemas del distrito que representas?

 

CA

La región ha sufrido mucho por la depredación de la naturaleza, las «zonas de sacrificio» (un término utilizado generalmente para comunidades de bajos ingresos, que reúnen una gran cantidad de industrias contaminantes), las mineras, la inmobiliarias, creo que son problemas fundamentales. También está el tema de la calidad del aire que hay en la zona de sacrificio de Quintero y Puchuncaví. Y quieren hacer una termoeléctrica en Villa Alemana, Los Rulos, y estamos luchando para que no se haga. En Quilpué y Villa Alemana está el tema de la depredación de las inmobiliarias. Hace cinco años, llegabas a Quilpué y veías bosques hermosos; ahora esos bosques no existen, hay puras casas y edificios.

 

OGS

Estuviste participando en los comedores sociales de la pandemia. ¿Fue tu primera vez haciendo trabajo voluntario?

 

CA

Sí. Empezamos a ver cómo la pandemia golpeaba fuertemente a nuestro país. Mucha gente que tenía arriendos después no tenía plata para pagarlos, se tuvieron que ir a tomar un terreno. Empezaron a formarse campamentos en Quilpué, Villa Alemana, San Felipe. Nosotros nos concentramos mucho más en trabajar en la comuna de Quilpué y empezamos a levantar ollas comunes, que son una olla grande en donde se hacía comida para toda la comunidad del campamento y se repartía a veces tres días a la semana, a veces el fin de semana, a veces eran todos los días. Mucha gente cooperaba con donaciones, hacíamos eventos para los niños. Al Dino Azulado lo usábamos como Dino Pascuero. Había gente que dormía en carpas… tratamos de hacerles una piecita de 3 por 3 metros para que pudiera dormir bajo techo y no en las carpas, porque era un desastre cuando llovía. Para nosotros no existió la pandemia, sino que seguimos saliendo; no hicimos cuarentena, seguimos arriesgando nuestras vidas prácticamente por amor a las personas.

 

OGS

Entre la minoría de derecha hay miembros que votaron en contra de la existencia de la convención pero ahora dicen querer aportar al proceso. Conociendo la historia de la derecha en el país, no es exagerado pensar que quieren boicotearla. ¿Han considerado las penas que podrían imponerse a los convencionales?

 

CA

Entre las sanciones más complicadas están los descuentos al sueldo (entre 5% y 15% de la dieta mensual para aquellos que reciben una amonestación escrita). Pero una que les dolió particularmente fue el tema de la censura. Cuando te amonestan tres veces vas a tener 15 días de censura, sin hablar. Ellos decían que parecíamos un reglamento talibán. Pero nosotros hacemos esto porque existe gente que quiere boicotear el proceso y se nota.

Voy a darte un ejemplo: En la comisión de Ética estábamos viendo una norma y ellos la aprobaron para hacerle indicaciones. Le hicimos las indicaciones y en algunos fragmentos colocamos lo que ellos quisieron, pero en el momento de votar terminaron absteniéndose o votando en contra. Ahora, en la comisión de Reglamento dejaron establecido que la abstención no va a tener ninguna relevancia. Esa regla que se aprobó en la comisión de Reglamento tiene que aprobarse en el pleno, así que también vamos a estar con varias peleas, pero lo más probable es que se apruebe.

 

OGS

La mayoría de la Convención se ubica en algún lugar de la izquierda. ¿Confías en que puedan unirse frente a causas totalmente necesarias o hay demasiado resquemor hacia los políticos más tradicionales?

 

CA

Creo que sí podemos llegar a acuerdos en varias cosas, pero hay resquemor hacia varios convencionales que son más de «primera clase». Gente a la que prácticamente no le tenemos confianza. Lamentablemente, hay algunas cosas que ellos quieren hacer que nosotros no queremos. Un ejemplo claro es el tema del quórum de dos tercios (propuesto como el mínimo para el apoyo de medidas controversiales). Ellos dicen que nosotros podemos llegar a acuerdos con los dos tercios, pero para muchos de nosotros es muy arriesgado tenerlo, porque va a haber cosas importantes que vamos a discutir y no vamos a alcanzar los dos tercios porque hay muchas diferencias. Nosotros, los independientes, no tenemos más propiedades que una casa o un auto, a lo más. Muchos de ellos tienen empresas o tal vez tienen propiedades del agua o amistades con intereses especiales. Por eso les tenemos desconfianza.

Los que votaron en contra de los dos tercios fueron la Lista del Pueblo, el Partido Comunista, los Movimientos Sociales y los Pueblos Originarios. A favor votó el Frente Amplio, la centroizquierda tradicional y la derecha. Ahí vamos a tener que disputar. Por eso nosotros estamos llamando a la gente a que se movilice en las calles, para que cuando no alcancemos los dos tercios, la gente pueda decidir la norma.

 

OGS

¿Crees que sea posible a estas alturas lograr convocatoria en las calles? ¿No crees que se haya canalizado la energía de la movilización a la Convención Constituyente?

 

CA

No lo sé, pero sí sé que la gente está pendiente de lo que sucede en la Convención. Ciper Chile hizo una investigación: hay 8000 bots en las redes sociales que quieren quitarle legitimidad a la Convención. La gente lamentablemente está creyendo en esas noticias falsas que se dan en las redes sociales. Ha sido difícil, pero no imposible, porque hay gente que ya está reclamando por el tema de los dos tercios.

 

OGS

¿Qué está pasando con la Lista del Pueblo?

 

CA

La Lista del Pueblo es un movimiento social. Cuando los 27 convencionales de la lista fuimos electos, nunca firmamos un papel que delegaba reglas que tenías que respetar. Muchos de estos convencionales son más conservadores, otros no. El objetivo de la Lista del Pueblo era llevar a gente común y corriente a la convención constitucional y eso se logró, incluso ganándole a partidos tradicionales.

Después entraron operadores políticos que empezaron a decir que la Lista del Pueblo podría ir a las parlamentarias y a las presidenciales. Yo estaba de acuerdo tal vez con las parlamentarias, pero siempre cuando me hacían entrevistas decía que no estaba de acuerdo con las presidenciales. Y bueno, quisieron imponer a Cristian Cuevas como candidato presidencial, sin primarias, solo para que después en segunda vuelta él diga «ya, nosotros nos vamos a apoyar al Frente Amplio», cosa que nos iba a destruir comunicacionalmente a nosotros.

Después se hizo una consulta ciudadana y eligieron a Diego Ancalao. Pero él hizo cosas truchas (Ancalao registró su candidatura con firmas de personas fallecidas), cosa que también afectó a la Lista del Pueblo. Lamentablemente, mis compañeros se retiraron de la Lista del Pueblo y quedé yo solamente. No me salí porque hay gente que cree todavía en la Lista del Pueblo y no quiero que a esa gente, que tiene esperanza en un cambio, se le vayan todos los convencionales.

 

OGS

Mi editor es un fanático de Jurassic Park. Creo que apreciaría un mensaje por parte de un ilustre dinosaurio como tú.

 

CA

Los dinosaurios hemos despertado para cambiar el mundo, vamos a salir de Jurassic Park para invadir América, Europa, África, y nos van a ver en todos lados. Así que prepárense.

Cierre

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Publicado en Chile, Entrevistas, homeIzq, Políticas and Sociedad

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