Los gobiernos progresistas y los movimientos antiextractivistas se enfrentaron con frecuencia en las décadas recientes. En Ecuador el conflicto asumió tal magnitud que se convirtió en la contradicción central. Y el resultado fue desastroso.
Para acceder a la nota completa es necesario adquirir una suscripción.
Inicia Sesión o Adquiere tu suscripción
