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Trabajadoras procesando los materiales de votación en el Condado de Clark el 3 de noviembre de 2020 en North Las Vegas, Nevada (Foto: Ethan Miller / Getty Images)

Embarrar la cancha

Traducción: Valentín Huarte

Donald Trump y el Partido Republicano intentan detener el escrutinio inundando los juzgados con demandas y sembrando dudas acerca del voto por correo. La sociedad estadounidense no puede permitir que se roben estas elecciones.

Millones de estadounidenses votan por correo a causa de la pandemia, y la participación podría incrementar dada la impopularidad del presidente. El Partido Republicano ha respondido acelerando su asalto a los derechos electorales y presentando demandas de última hora para detener el escrutinio.

El presidente Donald Trump sugirió que las elecciones serían fraudulentas dada la cantidad de votos emitidos por correo. Pero no pudo brindar evidencia de esto frente a la corte, porque se trata de un mito. Luego empezó a argumentar que el Senado debía confirmar a Amy Coney Barret en la Corte Suprema, con lo cual se aseguraba más control sobre el proceso electoral.

Hemos compilado una guía de algunos de los intentos más flagrantes que el Partido Republicano hizo para robarse las elecciones apelando a la corte.

PENSILVANIA

En Pensilvania, los republicanos tuvieron éxito al exigir que la Corte Suprema del estado descarte las «papeletas desnudas», término que aplica a los votos emitidos por correo a los que les falta el sobre de doble protección que exige la ley. El Partido Demócrata argumentó que esta decisión implicaría que se dejen de lado miles de votos.

El Partido Republicano también desafió la extensión del plazo para recibir los votos por correo aunque, a pesar de haber llevado el caso hasta la Corte Suprema de los EE. UU., no tuvo éxito.

Los funcionarios estatales de Pensilvania le dijeron al Washington Post que están separando preventivamente los votos que llegaron tarde para evitar cualquier intento del gobierno de socavar el resultado de las elecciones.

FLORIDA

El Partido Republicano en Florida tuvo éxito al privar del derecho a voto a cerca de 774 mil personas, sirviéndose de un fallo a su favor que le permitió dar marcha atrás a una enmienda constitucional que restauraba el derecho de voto de las personas condenadas por algún delito.

La enmienda constitucional había sido aprobada en 2018 con 64,4% de los votos, poniendo fin a una práctica que afectaba desproporcionadamente a los votantes negros del estado. Pero el gobernador republicano Ron DeSantis y la legislatura del estado actuaron rápidamente para aprobar leyes que añadían pesadas cargas sobre estas personas, incluyendo una que les exigía pagar sus deudas pendientes antes de emitir el voto.

El Partido Demócrata y los grupos de derechos civiles desafiaron la ley argumentando que implicaba, en los hechos, un impuesto al voto. Pero el Noveno Circuito pasó por encima de la decisión de una corte distrital que se había pronunciado en la misma dirección.

TEXAS

Harris Conunty (Texas) se ha convertido en un terreno de disputa clave en estas elecciones. En respuesta a la pandemia de COVID-19, el condado implementó la posibilidad de votar desde los automóviles que, según el código electoral estatal, estaba restringida a un grupo estrecho de individuos. Muchos republicanos presentaron demandas en la corte federal, exigiendo que el juzgado pusiera fin a esta práctica muy extendida, lo cual implicaba descartar cerca de 100 mil votos que ya habían sido emitidos.

Estos republicanos –entre los cuales se cuentan Steve Hotze, Wendell Champion, Steve Toth y Sharon Hemphill– argumentaron que en caso contrario no solo se «dañaría la integridad de los resultados reportados a todos los candidatos y a todos los votantes, sino que también podría diluirse o disminuirse el porcentaje de votos decisivos a favor de sus candidatos en las elecciones generales».

Afortunadamente, el juez Andrew Hanen, designado por Bush y reconocido republicano, falló el lunes en contra de este pedido. Esto no evitó que Hanen sugiriera a los votantes de Texas que evitaran emitir sus votos desde el automóvil el día de las elecciones.

Este mes, Greg Abbott, gobernador de Texas, redujo el número de locales de votación a uno por condado. En 2019, Texas había cerrado más locales de votación que ningún otro estado (y ha cerrado 750 desde 2012).

MINNESOTA

El Octavo Circuito de la Corte de Apelaciones de EE. UU. aprobó una ley el 29 de octubre que exige a los funcionarios estatales que separen los votos por correo que llegan el día de las elecciones de los que tienen esta fecha en el sobre pero llegan después, dejando la puerta abierta para que los republicanos cuestionen la validez de estos últimos.

Los cuerpos gubernamentales oficiales habían anunciado que los votos por correo que tuviesen la fecha del día de las elecciones en el sobre serían contabilizados, y las papeletas enviadas a los electores dicen que serán contabilizados todos los votos que cumplan con esta condición y sean recibidos dentro de los siete días posteriores al día de las elecciones.

CAROLINA DEL NORTE

El mes pasado, los legisladores republicanos de Carolina del Norte hicieron una petición a la Corte Suprema de EE. UU. para frenar la decisión de la junta electoral de extender el plazo para la recepción de votos por correo hasta el 12 de noviembre, intentando ganar control sobre un flujo masivo de votos.

Normalmente la ley de Carolina del Norte permite que los votos que tengan la fecha del día de las elecciones en el sobre sean recibidos solo tres días después. Pero el Cuarto Circuito de la Corte de Apelaciones ratificó la extensión del plazo, argumentando que «no hay ningún daño irreparable en la extensión de los plazos, en la medida en que todos deben emitir sus votos la misma fecha. La extensión simplemente permite que se contabilicen de forma legal más votos en caso de que el proceso se retrase por una avalancha de votos por correo». La Corte Suprema ratificó esto la semana pasada.

WISCONSIN

La Corte Suprema votó 5 a 3, dividida según las líneas partidarias, exigir que los votos sean recibidos hasta las 8 p.m. durante el día de las elecciones, pasando por sobre la orden del distrito federal de Wisconsin que estipulaba que los votos que tuviesen la fecha del día de las elecciones en el sobre podrían llegar hasta seis días después y aun así ser contabilizados.

La jueza Elena Kagan escribió en disidencia: «Durante la pandemia de COVID-19, el plazo para recibir los votos establecido por el estado y la decisión de la corte que lo ratifica priva a los ciudadanos del derecho a voto garantizado por la constitución. Debido a que la corte se niega a rehabilitar el mandato de la corte del distrito, Wisconsin descartará miles de votos emitidos en tiempo y forma».

Durante las primarias en Wisconsin, el estado había aceptado los votos por correo hasta seis días después de las elecciones, siempre y cuando tuviesen la fecha del día de las elecciones en el sobre. Ochenta mil votos contabilizados –cerca del 5% de los votos emitidos– llegaron el mismo día de las elecciones.

Este cambio entre las primarias y las generales podría confundir a los votantes y resultar en que se descarten miles de votos en Wisconsin.

MICHIGAN

En Michigan, los republicanos tuvieron éxito al exigir que la Corte de Apelaciones anulara una decisión de la corte inferior que permitía que los votos que tuviesen la fecha del día de las elecciones en el sobre fuesen recibidos hasta catorce días antes. Como resultado, los votantes deben volver a presentar sus votos en ausencia a los secretarios del condado a las 8 p.m. el día de las elecciones, lo cual podría resultar en que miles de votos sean descartados.

GEORGIA

El Onceavo Circuito de la Corte de Apelaciones sancionó una ley que exige que solo se contabilicen los votos por correo que lleguen el día de las elecciones, pasando por encima de la orden del juzgado de la corte del distrito que había extendido el plazo hasta el 6 de noviembre.

ARIZONA

En septiembre, un juez de Arizona sancionó una ordenanza que permitía que los votantes firmen los votos no firmados hasta cinco días después de las elecciones y que, aun así, sean contabilizados. La ordenanza extendió una disposición que era parte de la ley estatal y que habilita este periodo de resolución para los votos mal emitidos.

Los republicanos apelaron con éxito la decisión, asegurándose que la corte de apelaciones federal diera marcha atrás. Ahora, los votantes deberán firmar sus votos no firmados hoy mismo. El mes pasado, el condado de Maricopa informó que tenía 11 mil votos sin firmas o que habían sido mal emitidos.

 


Julia Rock es columnista en Daily Poster.

Walker Bragman es periodista y abogado. Sus escritos han aparecido en Paste Magazine, Intercept, HuffPost, Independent, Salon, Truthout, y Hill.

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Publicado en Artículos, Elecciones, Estados Unidos, homeIzq and Política

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