Los huracanes, las pandemias y las sequías pueden ser “actos de Dios”. Pero no sucede lo mismo con los mercados, la privatización de la vivienda, la salud y la alimentación, ni con las muertes que todo esto genera
No es un acto de Dios
Los huracanes, las pandemias y las sequías pueden ser “actos de Dios”. Pero no sucede lo mismo con los mercados, la privatización de la vivienda, la salud y la alimentación, ni con las muertes que todo esto genera.